19 de septiembre de 2007

¡Y justos pagan por pecadores!…

Mi pregunta últimamente siempre ha sido ¿que tan único es este país?, ¿a diferencia de los demás países, que tenemos de diferentes?, o ¿porque nos ganamos el titulo del país del sagrado corazón, aparte de una treta religiosa de hace tiempo?, las respuestas creo que nunca las voy a tener, pero hay ciertos indicios que me ponen a pensar mucho por esto.

Los últimos días en el país, se ha tocado un tema, el cual para mi concepto siempre se ha subvalorado de gran manera, y ahora que recibe gran atención de los medios de comunicación, es más subestimado que nunca, el tema es simple, el de las tribus urbanas, el nombre para mi es completamente ilógico, pero eso en otra oportunidad lo voy a tratar. La muerte de Julián Javier Prieto, es una clara muestra de la doble moral, de los ciclos de atención desmedida que tienen los medios de comunicación, en temas como este, del grado de incomprensión que tiene la población con mayor edad a la de un joven promedio, la doble moral que tiene Colombia en general en temas como este, en fin, la noticia de la muerte de un joven se convierte en una clara demostración de lo poco informados que la población colombiana, sobre sus jóvenes.

Aparte de la cantidad de carajadas que tienen por ideales cada una de estas “tribus”, de las rivalidades sin sentido que estas contraen, entre ellas; aparte de los supuestos traumas psicológicos que se les imputan por medio de varios columnistas de numerosas publicaciones, sobresale la pregunta de que tan conectada esta la sociedad a los jóvenes, porque si estas resultan con estas vainas es por algo, cosas que bajo cualquier óptica, van a ser juzgadas y censuradas, pero nunca han sido comprendidas.

Es totalmente reprochable, que cosas como la muerte de esta persona hubiese pasado en las circunstancias que sucedieron, pero es más reprochable aun la acción de las autoridades, que como siempre sucede en Colombia; hacen algo después que algo pasa, y como también sucede en este país, se les olvida el tema a contadas semanas. Aceptémoslo, los medios de comunicación van a estar pendientes de este tema por ahí 2 semanas mas, y después no volveremos saber mas del tema, dejando en el olvido un problema tan importante, que será otra vez visible cuando muera otra persona en un escenario tan inverosímil, como el que acabo de suceder.

No hay duda que este problema requiere mas que una solución, un estudio real de la problemática, porque si no se estudia la problemática de los jóvenes en la actualidad, todo lo que se haga son paño de agua banales, que podrán dormir el problema, pero no acabarlo, y cuando este despierte otra vez, no va a ser de muy buena manera.

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